17 octubre 2006

karamel


hace frío. aunque todavía es octubre. con una bufanda y un gran chaquetón gris, recorro ese barrio, envuelta en una neblina que da, más aún, sensación de frío. es un barrio de calles estrechas, con una sinagoga cuya cúpula negra y dorada destaca por encima de los edificios, algunos de los cuales, todavía tienen sus fachadas marcadas por una Historia no muy lejana. despacito. no quiero perderme ningún detalle. me agacho y recojo una castaña y un bellota y las guardo en el bolsillo. sigo andando y a través de un arco entro en un patio interior, donde las enredaderas cubren las paredes, sorteando las ventanas sin cortinas ni persianas. un delicioso olor a c a r a m e l o me envuelve. en los bajos de una de las casas hay una pequeña tienda de... caramelos! simplemente genial!! bajo con cuidado una pequeña escalera de caracol. a la izquierda los diferentes moldes, y las cacerolas donde el azúcar se va disolviendo, un chico con un gran delantar blanco, le da vueltas y vueltas al azúcar para que no se pegue. a la derechas, pequeñas cajitas transparentes con dulces de mil sabores diferentes: fresa, miel, hinojo, jengibre (los preferidos de ann),... me detengo en la puerta y cierro los ojos, para que sea el olfato el único sentido que pueda disfrutar plenamente de este lugar.... y tras este regalo, salgo y continúo mi paseo lejos de casa...


09 octubre 2006

cinque minuti

a veces una estrella fugaz cruza este cielo.
siempre de izquierda a derecha.
siempre lleva consigo una sonrisa, una caricia, un abrazo... y esta vez un par de castañas en los bolsillos y un paseo de noche por corso!
y así, en 5 minutos desparece. y es que a veces sólo se necesita eso.
yo salgo corriendo, descalza, para darle el último abrazo.
y me voy a dormir feliz pensando en estos cruces afortunados....