hoy es uno de esos dias
donde la ebriedad de sentir la ciudad
para uno solo
es reemplazada por el vértigo
de tener la ciudad para uno solo.
los decibelios se han trasladado a las playas
y el olor a incienso impregna las calles del centro.
la bici, un cine...
yo, también, cada día,
intento dar lo mejor de mí.
de verdad.