a veces hay casualidades que salvan.
era mi primer dia en São Paulo. me habian reservado un hotel
no sé muy bien donde. Da igual, ni siquiera me acuerdo como era la habitación.
salí a pasear sin saber muy bien la seguridad del barrio. llegué a una estacion llena de gente. estaba super triste y asustada. solo
queria volver a casa y estar contigo.
crucé la pasarela llena de puestos ambulantes. iba sin
rumbo. no queria sacar el movil del bolsillo.
Bajé unas escaleras automaticas que daban al otro lado de
las vias. los helicopteros no dejaban de pasar. Una gran verja bordeaba un
museo, entré y alli me encontré con la mano.
estaba en el Memorial de Latino América de O.Niemeyer.
justo de pie en frente de la mano. La mano que simboliza toda la Historia de
Latinoamerica. había escrito tanto sobre ella!
entonces me llamaste y supe que todo saldria bien. ya no tenia miedo. quedaba menos para volver a
casa y ahora São Paolo me arropaba.