las palabras se quedaron frías,
entre los pliegues de las sábanas.
las gotas de agua resbalaban
por las paredes del cubo de cristal,
eran las 7 de la mañana,
y las noticias que llegaban desde japón
empeoraban cada hora.
desordenada habitación,
minutos de desmedida realidad,
donde el mar
cupo entre tus manos,
con la fuerza y honestidad
de quien [es valiente al hacer
lo que más desea
y] se deja inundar por completo.
ahora tu piel sabe a salitre
y la puerta de la calle sólo
conduce al otro lado.
y creo que, mañana
al despertarte,
entre olvidos a medias y detalles
sacados de contexto,
tendrás piedad o miedo de ti misma,...
...es el golpe que nos dejan
las historias contadas una noche de insomnio.