18 abril 2006

"Fue en la selva, en la amazonia ecuatoriana. Los indios shuar estaban llorando a una abuela moribunda. Lloraban sentados, a la orilla de su agonía. Un testigo, venido de otros mundos, preguntó:
- ¿Por qué lloran delante de ella si todavía está viva?
Y contestaron los que lloraban:
- Para que sepa que la queremos mucho"
(E.Galeano)
Si algo he aprendido después de todo esto, es a que no se me quede nada dentro.

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