29 agosto 2010

turquía

desayuno de tostadas, tomate, pepino, yogur,..
bajo un parral, sin prisas.
recorriendo el bósforo con david,
que, a sus 84 años, no hacía "saltar como a grillos"
de autobús en autobús,
disfrutando de la cena de ramadán en la mezquita
con ismael y su encantadora familia,
hablando de fútbol,
bailando y bebiendo raki con mehmet
al lado de la playa,
de caminata, bañándonos en pozas,
jugando con aika,...
es el carácter mediterráneo que invade
las casas, las comidas, las gentes.

4 comentarios:

acróbatas dijo...

Qué bien suena.
Qué ganas de ver Turquía.
Besos,
Vanessa

Ana Márquez dijo...

estambul es increíble!
feliz vuelta de verano!
besos!

dani dijo...

hay que ver de qué extraña manera se transforman los azules en turquía, que grandes se vuelven las pequeñas cosas (como la pequeña Santa Sofía), que misterios se esconden tras la sonrisa de esos niños que se bañan ante un mar tan inmenso como toda la vida que les queda por delante, y esos puentes y esas torres que nos dicen, "ei, yo ya llevo aquí mucho tiempo"...como calienta el sol, como se derriten hasta las sombras, qué grande ha sido el mundo y cuánto nos queda por descubrir, los pequeños misterios, el porqué de las formas, el quizás de las cosas, los viajes interminables en autobús, las miradas sinceras, aprender a decir hola y gracias y os echaré de menos en turco, abrazar a la gente que se aprecia, mirar a los ojos a quienes te importan, no regatear por falta de fuerza y de valor, conocer la felicidad exacta, leer al otro lado del puente, morir de calor en Uskudar, perder el autobús a Bursa, descubrir que existir es la parte más importante de no existir, respirar lentamente, abandonar con pena cada pueblo porqué quizás ya no se vuelva, que la puerta de Éfeso anuncie un vacío tan grande, que Pérgamo arda bajo el sol y que en el silencio de su teatro todos los gatos duerman como en el cielo...realmente, realmente, turquía, te coge, te envuelve y te ahoga en un mar de tranquilidad..

cuántas cosas habrá en la mitad este, cuanto Monte ararat por descubrir, ruinas y personas, cuantos motivos para pensar que algún día habrá que volver..

Ana Márquez dijo...

uffff, impresionante descripción.
y es que así es turquía, justo así.
teşekkür ederim, baba-sule
te visitaré!
besos!