08 diciembre 2010

eterno cielo gris de lima



mi portero, rolando, me ha regalado dos botellas
de incakola.
acaba de regresar de sus vacaciones en el perú.

tengo que reconocer que me encanta este líquido
amarillo fluorescente con sabor a medicina,
que ni siquiera cocacola fue capaz de superar.

las he metido en la nevera, para que, al volver de
nadar, estuvieran muy frías.
macarrones con tomate e incakola, insuperable.

de postre, chocolatina del muumi calendario de adviento.
llevo dos días de retraso,
a ver si así consigo que la navidad llegue más tarde,
al menos un par de días, no?

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