20 mayo 2007

más allí

di algo
camino despacio toda la avenida, preguntándome donde estaré el mes que viene, cuando se me haya acabado el plazo. y aunque mis pasos me lleven al centro, no quiero precipitarme. creo que haré una pequeña escala primero. no está mal conocer mundo, aunque por ahora sea a escala de barrios!
y sentada aquí, descalza, en esta que ya no es mi casa, me deshago escuchando a j.pardo y observando los pedacitos de mí que todavía hay repartidos por la habitación. recostándome sobre la mesa, cierro los ojos. está anocheciendo. me siento como un submarinista antes de lanzarse al agua…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tampoco tengo casa para el mes que viene, creeme, asi que me siento de alguna manera como tu. Lo que me consuela es pensar que, para estas cosas, al final siempre hay suerte.

Animo Ana, un abrazo.

Ana Márquez dijo...

sí, siempre hay suerte! y los cambios siempre son buenos!!!
besos!

Anónimo dijo...

Los sentimientos son tan necesarios.Todos necesitamos sentir.Yo me siento como un arbol que tiene sus racices clavadas en la tierra y quiere escapar de esas raices que no le dejan andar.Pero a la vez un arbol frondoso con necesidad de proteger a los suyos,ante la lluvia,el viento y el sol.Me gustaria poder tener las ramas mas largar para poder proteger a esta pequeña flor.
Besos.